La Suerte en el Poker
Arranquemos por el principio. Tengo que admitir que me metí solo, sin ayuda en un terreno pantanoso. He tenido múltiples charlas, discusiones, peleas y es un tema que siempre genera polémica.
He escuchado decir “no existe jugar bien o mal, lo que importa es la suerte de las cartas que salen” o por ejemplo “que te jactás de jugás bien si yo te gane con un 3 y un 5 contra tu AK en un all in”. Ok, analicemos. Evidentemente y entrando en un terreno muy general sin tener en cuenta stacks, posición, momento del torneo, tengo que admitir que volvería a aceptar muy posiblemente el all in con AK en suite si supiera que mi adversario tiene 3 y 5 en suite.
El tuvo suerte y hasta pudo jugar bien si quiso blufear (es para analizarlo más profundamente), y en mi caso depende como se mire, también está bien pagado. Ahora, la suerte es relativa, porque casi con seguridad en un torneo de 16 horas esa mano me toca 10 veces la estaré ganando entre seis y siete y perdiendo entre tres y cuatro (62% a 38%).
Para sacarme las dudas llevé a cabo mi propia estadística en cien manos (algo que hago seguido cuando quiero sacarme la bronca y la inquietud) y ganaba en 65 y perdía en 35, números muy aproximados a las estadísticas reales.
Hace unas semanas realicé un all con AJ off suite (A trébol) ante un flop A 2 (trébol) y 3 (trébol) en el que me aceptaron automáticamente con AK (ninguna de trébol). Hasta allí las estadísticas me mostraban en enorme desventaja (sólo tenía un 4% de que me salieran ambos tréboles) ya que mis salidas eran tan sólo dos JJ o dos tréboles para ganar, o (3 y 3), (2 y 2) (4 y 5) para empatar y dividir. La resolución final de la jugada en la cual me doblé (¿por la suerte?) la pueden visualizar en la primera imagen incluida en esta nota.
Ayer jugué un rato en una mesa U$S 0,10 / 0,25 concentrado. Recibí A 10 (en suite de trébol) y salió A 10 9 (t). Pasé, apostó y le hice un raise. Pagó. Luego salió el 9 de trébol y además del doble color me dio salidas al color. El turn fue una J. Aposté y me hizo all in. Pensé durante un gran rato, K Q era una posibilidad, pero pagué igual y tenía A J (ver foto 2) y perdí todas mis fichas. Muy difícil jugada para irse. Para analizar y para incluirla en la mala racha que continúa y se hace eterna. Con las cartas que tenía mi adversario sólo la J o Q K en turn y river me sepultaban. Y salió la J.
Conclusión propia: la suerte existe pero para un buen jugador lo afectará poco y será sólo una anécdota olvidable ya que sabe interiormente que ganará seguido por sus condiciones, mientras que para un mediocre o fanático seguidor de la suerte como factor principal, habrá sido un enorme momento de frustración al que se le generarán dudas existenciales con respecto al juego y de lo que habrá durante un buen rato.
¿Adivinen cuál de los dos grupos estoy?
Por Patocuac08, jugador de poker y periodista